viernes, 23 de enero de 2009

Soneto IV - Oda a Raquel

Cuando no te veo, te sueño, Raquel
Cuando despierto estoy en ti dormido
Cuando miento, intento hacer que te olvido
Cuando te toco tengo el alma en la piel

Porque eres poema no escrito en papel
Porque eres silencio en medio del ruido
Porque eres fiesta en un día aburrido
Porque eres tan dulce que amargas la miel

Y si no te abrazo soy una viuda
vestida de negro hacia el cementerio
perdida en el tiempo, casi olvidada

Te añoro vestida, también desnuda
sigo descifrando el verde misterio
que tiene tu hermosa y franca mirada

3 comentarios:

  1. Apunto su blog con permiso. ¡Siempre en lucha contra las rimas limitadoras!
    ¡Vivan las barras de bar y los sucios versos!
    Nos leemos.
    Stabilito, D.

    ResponderEliminar
  2. De Sabina lo dudo mucho, quizás alguna velada con el tío Tom entre humo...aunque no lo veo probable. A seguir con todo!
    Stabilito, D.

    ResponderEliminar
  3. Un poema con ritmo "casi total"
    Me gusta.
    Feliz fin de semana.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar