domingo, 1 de febrero de 2009

Romancero meteorológico

Todo que tengo daría
por ser el hombre del tiempo
anunciar jornadas tibias
y nevadas en invierno
sol radiante en Almería
lluvias suaves en Oviedo
tapando las isobaras
con mi desgarbado cuerpo
señalando las montañas
saludándote en directo
hastiando a los labradores
que inquietos miran al cielo
provocar escepticismo
como bien dice mi abuelo
“De tanto fallar aciertan,
mas no atinan nada bueno”
Viajar hasta Zaragoza
arrastrado por el cierzo
y acercarme hacia Tarifa
a hacer surf en el estrecho
disfrutar la controversia
que provoca el movimiento
de mi zurda mano alzada
apuntando al pirineo
soportar las reprimendas
por mi escaso o nulo acierto

2 comentarios:

  1. Me ha encantado. Lástima que no nos reciten el tiempo, posiblemente lo llevaríamos mejor. Ja,ja.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Así el tiempo, aunque la mayoría de las veces no dan ni una, seria una delicia escucharlo, la poesía debería estar presente en todo, incluso en los puestos de los mercados. Seguro que hasta me gustaría ir a comprar, cosa que ahora odio.
    Un besico, José Luis.

    ResponderEliminar