A la hora de besarte tiemblan los relojes
de gozo y de solaz sobre su calma
sin filo sus agujas lloran sobre el tiempo
y azuzan una hoguera bajo el alba
A la hora de abrazarte laten los cristales
que escriben poesía en tu mirada
roban blancas gotas que cruzan por los mares
tornados hoy en lágrimas saladas
A la hora de mirarte no hay en mis retinas
mas luz que la del gesto de tu cara
dibuja en mis pupilas sombras desvestidas
que quitan toda forma a las palabras
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jaja, me lo tomaré como un cumplido.
ResponderEliminarGracias por tu(s) comentario(s), que sepas que "dibuja en mis pupilas sombras desvestidas
que quitan toda forma a las palabras" me parece pre-cio-so.
Metedura de pata no, hombre, que fue simpático.
ResponderEliminarGracias de nuevo ;).